Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
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Después de esto, la gente le llevó a Jesús unos niños para que los tocara, pero los discípulos trataban de impedirlo. Al ver aquello, Jesús se disgustó y les dijo: “Dejen que los niños se acerquen a mí y no se lo impidan, porque el Reino de Dios es de los que son como ellos. Les aseguro que el que no reciba el Reino de Dios como un niño, no entrará en él”. Después tomó en brazos a los niños y los bendijo imponiéndoles las manos. (Mc 10:2-12)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/100624.cfm
Jesús y los niños es una imagen del cuidado que debemos tener unos por otros y por toda la creación. Estamos agradecidos por todos aquellos que aman como Jesús ama, que se preocupan como Jesús se preocupa, que pastorean como Jesús pastorea, que se extienden y tocan el mundo como lo hace Jesús. La foto de hoy es del obispo Michael Martin cuidando a la gente del oeste de Carolina del Norte que fue afectada por el huracán.
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Job le dijo al Señor: “Reconozco que lo puedes todo y que ninguna cosa es imposible para ti. Por eso me retracto de mis palabras y me arrepiento, echándome polvo y ceniza”. El Señor bendijo a Job al final de su vida más que al principio. Y Job vivió hasta los ciento cuarenta años y vio a sus hijos, a sus nietos y a sus bisnietos. Murió anciano y colmado de años. (Jb 42:1-3, 5-6, 12-17)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/100524.cfm
Hoy llegamos al final del Libro de Job sin respuesta a ninguna de nuestras preguntas. Pero Job es bendito. Tal vez, al reflexionar sobre el misterio del sufrimiento humano especialmente a la luz de la destrucción del huracán Helene, podamos unirnos a cantar el himno de alabanza de María, el Magnificat por todos los sobrevivientes y por todos los muertos.
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Job le respondió al Señor: "He hablado a la ligera, ¿qué puedo responder? Me taparé la boca con la mano. He estado hablando y ya no insistiré más; ya no volveré a hablar". (Jb 38:1, 12-21; 40:3-5)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/100424.cfm
Job realmente no obtiene una respuesta a la pregunta de por qué le suceden cosas malas a la gente buena. Dios le dice a Job ¿dónde estabas cuando creé el mundo? Y Job básicamente se disculpa por respirar y dice: No te preguntaré más. Mañana tendremos la conclusión del libro con nuestras preguntas todavía flotando en el aire. San Francisco de Asís (1181-1226) llegó a una profunda confianza en el cuidado providencial de Dios y nos invita a unirnos a alabar al Dios de toda la creación.
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Yo sé que mi Redentor vive y que Él, el último, se alzará sobre el polvo. Yo, con mi propia carne, veré a Dios. Sí, yo mismo lo veré, lo contemplarán mis ojos, no los de un extraño. (Jb 19:21-27)
https://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2024-10-03
A pesar de todo lo que ha sufrido, Job mantiene la fe y declara su confianza en Dios, a quien verá con sus propios ojos y no con los de otro. En toda nuestra ansiedad y preocupación por nuestros familiares y amigos en Asheville y los pueblitos del oeste de Carolina del Norte, encontramos nueva esperanza y mantenemos la fe debido a los muchos actos de bondad que Dios inspira en los corazones de quienes se acercan a los demás en necesidad y así construir la comunidad humana.
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''Cuidado con despreciar a uno de estos pequeños, pues yo les digo que sus ángeles, en el cielo, ven continuamente el rostro de mi Padre, que está en el cielo''. (Mt 18:1-5, 10)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/100224.cfm
La fiesta de los Santos Ángeles Custodios nos recuerda que Dios vela por nosotros siempre, especialmente cuando nuestro corazón está quebrantado. Seguimos rezando por nuestros familiares y amigos en Asheville y en los pueblitos del oeste de Carolina del Norte y por todos los que han sido afectados por el huracán Helene. Damos gracias por todos los ángeles guardianes, los que tienen alas y los que no, que están ayudando a salvar a otros.