Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Que nadie te desprecie por tu juventud. No descuides el don que posees. Recuerda que se te confirió cuando, a instancias del Espíritu, los presbíteros te impusieron las manos. (1 Tim 4:12-16)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/091825.cfm
Incluso el más joven puede enseñar a los mayores. Lo esencial es reconocer el don que hemos recibido y compartirlo con humildad. Mi amigo, el padre Wilbur Thomas (1947-2022), estuvo presente el día de mi ordenación en 1978 y participó en la imposición de manos. Fue una gran alegría para mí poder finalmente trabajar con él en la Basílica de San Lorenzo de 2004 a 2018. https://youtu.be/zHVGrvEo9ms?si=vHOJeG3ekuPLVRHL