Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

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Hasta el presente pasamos hambre y sed, vamos pobremente vestidos y recibimos golpes; andamos errantes y nos fatigamos trabajando con nuestras propias manos. Nos maldicen y nosotros les deseamos el bien; nos persiguen y los soportamos; nos calumnian y correspondemos con bondad. Nos tienen, incluso hasta el día de hoy, como la basura del mundo y el desecho de la humanidad. (1 Cor 4:11-13)
Un día cuando estaba con mi guía espiritual, me dijo que Santa Teresa de Ávila una vez dijo al Señor: “Pues, ¡si tratas a tus amigos así, no es sorprendente que tienes muy poquitos!” Creo que San Pablo estaba pensando igual cuando escribió el pasaje arriba, pero, igual a Santa Teresa de Ávila, no quería cambiar la situación con nadie.

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Hermanas y hermanos: Procuren que todos nos consideren como servidores de Cristo y administradores de los misterios de Dios. (1 Cor 4:1)
Hoy es el cumpleaños de mi amigo, el Padre Larry Richardt. El Padre Larry es sacerdote jubilado de la Arquidiócesis de Indianapolis, Indiana, en los Estados Unidos. Era mi profesor de ministerio en el seminario y también mi guía espiritual. Tenía muchos puestos en el seminario, vice-rector, Director de Espiritualidad, Director de Ministerio, y otros. Llevamos más que 40 años de amigos. Pues, ¡Feliz Cumpleaños, Padre Larry, servidor de Cristo y adminstrador de los misterios de Dios!

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Hermanas y hermanos: Que nadie se engañe: si alguno se tiene a sí mismo por sabio según los criterios de este mundo, que se haga ignorante para llegar a ser verdaderamente sabio. Porque la sabiduría de este mundo es ignorancia ante Dios . . . . (1 Cor 3:18-19)
El honorífico “magno” es infrecuente dado a los papas. Lo que aparece “magno” en un época, no es tan “magno” en otra. Solo con SIGLOS de tiempo, la iglesia puede discernir si un papa es verdaderamente “magno” (por eso, no "súbito santo", ni "súbito magno"). En el sigo VI, los padres de Gregorio murieron, y le dejaron la casa en Roma. Gregorio convirtió la casa en monasterio para él. Cada día Gregorio recogía a doce personas de la calle, los sentaba en la mesa en casa, y les daba comida. Pues, el papa falleció y el pueblo aclamó a Gregorio. Y le preguntaron de lo que quería hacer como papa. Gregorio les dijo: Me gustaría ser el siervo de los siervos de Dios (servus servorum Dei). Hasta hoy, este título es el más apreciado del Obispo de Roma. Ahora, después de muchos siglos, San Gregorio es verdaderamente “magno”.

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R. Aleluya, aleluya. El Señor me ha enviado para anunciar a los pobres la buena nueva y proclamar la liberación a los cautivos. R. Aleluya.
“Buenas noticias a los pobres, la libertad a los cautivos” — Si el Señor montara una campaña para la presidencia hoy, Jesús no sería elegido. La gente gritaría: ¡Blando con los criminales!

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Nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que procede de Dios . . . . Pues bien, nosotros poseemos el modo de pensar de Cristo. (1 Cor 2:12-16)
Tener la mente y el corazón de Cristo . . . para ver al mundo con los ojos compasivos de Jesús. Como Santa Teresa de Ávila dijo: Cristo no tiene cuerpo, sino el tuyo. No tiene manos o pies en la Tierra, sino los tuyos. Tuyos son los ojos con los que la compasión de Jesús mira al mundo. Tuyos son los pies con los que camina para hacer el bien. Tuyas son las manos con las que bendice todo el mundo. Tuyo es el corazón con el que Jesús ama al mundo.