En aquellos días, el Señor se le apareció al rey Salomón en sueños y le dijo: “Salomón, pídeme lo que quieras, que yo te lo daré”. Salomón le respondió: “Te pido que me concedas sabiduría de corazón para que sepa gobernar a tu pueblo y distinguir entre el bien y el mal”. (1 Reyes 3:5-9)
Si Dios te diera un cheque en blanco, ¿qué pedirías? Pues, Salomón lo recibió. Dios le dijo: “Pídeme lo que quieras, que yo te lo daré”. Y ¿qué pidió Salomón? Pidió sabiduría de corazón, o un corazón con entendimiento. Literalmente Salomón pidió un “corazón con oídos”. Tal vez, en un mundo como el nuestro, necesitamos un "corazón con oídos" para escuchar a los demás con entendimiento y compasión.