Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
- :
¿Cómo es que a mí, a quien el Padre consagró y envió al mundo, me llaman blasfemo porque he dicho: ‘Soy Hijo de Dios’? Si no hago las obras de mi Padre, no me crean. Pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean a las obras, para que puedan comprender que el Padre está en mí y yo en el Padre”. Trataron entonces de apoderarse de él, pero se les escapó de las manos. (Jn 10:31-42)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/041125.cfm
La pregunta de quién es Jesús es central para todos. Con la llegada de la Semana Santa, la Liturgia nos acerca aún más al Señor al seguir sus pasos día a día y dejarnos llevar por su amor.
- :
Cuando Dios se le apareció, Abram se postró con el rostro en el suelo y Dios le dijo: “Aquí estoy. Ésta es la alianza que hago contigo: Serás padre de una multitud de pueblos. Ya no te llamarás Abram, sino Abraham, porque te he constituido como padre de muchas naciones. (Gén 17:3-9)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/041025.cfm
Tanto las lecturas como el salmo responsorial hablan de Abraham, nuestro padre en la fe. En el Evangelio, Jesús declara solemnemente: “En verdad, en verdad les digo: Yo les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy”. Al acercarse la hora de la glorificación de Jesús, nos regocijamos junto con Abraham al ver el día de Cristo.
- :
El rey Nabucodonosor, estupefacto, se levantó precipitadamente y dijo a sus consejeros: “¿Acaso no estaban atados los tres hombres que arrojamos al horno?” Ellos contestaron: “Sí, señor”. El rey replicó: “¿Por qué, entonces, estoy viendo cuatro hombres sueltos, que se pasean entre las llamas, sin quemarse? Y el cuarto, parece un ángel”. Nabucodonosor los hizo salir del horno y exclamó: “Bendito sea el Dios de Sedrak, Mesak y Abednegó, que ha enviado a su ángel para librar a sus siervos. (Dn 3:14-20,91-92,95)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/040925.cfm
La historia del horno de fuego captura la imaginación y nos invita a confiarnos al cuidado providencial de Dios y a cantar: ¡Bendito seas, Señor, para siempre!
- :
Moisés rogó al Señor por el pueblo y el Señor le respondió: “Haz una serpiente como ésas y levántala en un palo. El que haya sido mordido por las serpientes y mire la que tú hagas, vivirá”. Moisés hizo una serpiente de bronce y la levantó en un palo; y si alguno era mordido y miraba la serpiente de bronce, quedaba curado. (Núm 21:4-9)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/040825.cfm
La historia de la Serpiente de Bronce parece contradecir el mandamiento contra las imágenes talladas. Sin embargo, Moisés fabrica la serpiente de bronce como le pidió el Señor, y el pueblo sana. La iglesia primitiva usó esta historia en su predicación de Cristo crucificado.
- :
Entonces Susana, dando fuertes voces, exclamó: “Dios eterno, que conoces los secretos y lo sabes todo antes de que suceda, tú sabes que éstos me han levantado un falso testimonio. Y voy a morir sin haber hecho nada de lo que su maldad ha tramado contra mí”. (Daniel 13:1-9, 15-17, 19-30, 33-62)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/040725.cfm
En la historia de Susana, Dios salva al inocente. En la historia del evangelio de la mujer sorprendida en adulterio, Jesús salva al culpable. La buena noticia de la Cuaresma es que ¡todos se salvan! La foto de hoy es una vidriera del Juicio de Susana.
