Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

En aquel tiempo, entró Jesús en un poblado, y una mujer, llamada Marta, lo recibió en su casa. Ella tenía una hermana, llamada María, la cual se sentó a los pies de Jesús y se puso a escuchar su palabra. (Lc 10:38-42)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/100725.cfm
La historia de Marta y María es interesante, pero no se trata de un pueblo cualquiera. Marta y María viven en Betania. ¿Y por qué su hermano Lázaro ha sido completamente borrado? Quizás los demás tenían envidia de la estrecha amistad que tenían con el Señor. Sabemos que el Señor lloró por su amigo Lázaro, quien había muerto, y luego lo resucitó. En su amor por nosotros, sus amados discípulos, el Señor nos llamará por nuestro nombre para estar a su lado para siempre. Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios. Para que seamos dignos de las promesas de Cristo. https://youtu.be/VW3vKGBH7QA?si=yWCj2gZNGe0-lUtX