Mientras Jesús hablaba a la multitud, una mujer del pueblo, gritando, le dijo: "¡Dichosa la mujer que te llevó en su seno y cuyos pechos te amamantaron!" Pero Jesús le respondió: "Dichosos todavía más los que escuchan la palabra de Dios y la ponen en práctica". (Lc 11:27-28)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/101125.cfm
Hay muchos movimientos que han intentado animar a la gente a leer la Biblia, pero la mayoría sin éxito. El Papa Juan XXIII encontró la solución. Convocó el Concilio Vaticano II (1962-1965). Una de las grandes reformas del Concilio fue el leccionario. Un domingo cualquiera, se leen más textos bíblicos en la liturgia que los que la iglesia bautista de mi infancia leía en un mes. La clave, por supuesto, no es solo escuchar la palabra de Dios, sino ponerla en práctica. https://youtu.be/gAALUaIkI0s?si=42l7nazANE6P65Gm
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
San Juan XXIII, papa, 11 de octubre
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