Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

- :
Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los muertos. Porque si por un hombre vino la muerte, también por un hombre vendrá la resurrección de los muertos. En efecto, así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos volverán a la vida, pero cada uno en su orden: primero Cristo, como primicia; después, a la hora de su advenimiento, los que son de Cristo. (1 Con 15:20-27)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/081524-Day.cfm
Como nos dice el Prefacio de la Ascensión del Señor: “al lugar donde él nos precedió (tenemos) la confianza de que lo seguiremos”. La fiesta de hoy de la Asunción de María nos recuerda que un día, también nosotros igual a María lo seguiremos, porque él es el Camino, la Verdad y la Vida. Y como canta María en su himno de alabanza: “Mi alma glorifica al Señor. . . porque exaltó a los humildes. Santo es su nombre”.

- :
Salmo Responsorial (Salmo 112)
R. Bendita sea al Señor ahora y para siempre.
Desde que sale el sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
Dios está sobre todas las naciones, su gloria, por encima de los cielos.
R. Bendita sea al Señor ahora y para siempre.
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/081424.cfm
Como dice la plegaria eucarística: “Congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso." (Plegaria eucarística III). Es esta alabanza al Señor la que llenó el corazón de Maximiliano Kolbe (1894-1941) y le movió a ofrecer su vida en lugar de un compañero de prisión en Auschwitz que tenía familia. Murió en este día mártir de la caridad.

- :
Y me dijo: “Hijo de hombre, come lo que tienes aquí; cómete este libro y vete a hablar a los hijos de Israel”. Me lo comí y me supo dulce como la miel. Y me dijo: “Hijo de hombre, anda; dirígete a los hijos de Israel y diles mis palabras”. (Ez 2:8-3:4)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/081324.cfm
Devorar la palabra de Dios para proclamarla al pueblo. Vaya, ¡qué visión! A veces esa palabra es dura: "¡Lamentaciones y amenazas!". Pero como dice el profeta, "era dulce como la miel en mi boca".

- :
Encima de la plataforma había una especie de zafiro en forma de trono y de esta especie de trono sobresalía una figura, que parecía un hombre. Vi luego una luz, como brillo de ámbar, como un fuego que envolvía al hombre, desde la cintura para arriba; desde la cintura para abajo, vi también algo como fuego, que difundía su resplandor, parecido al del arco iris que se ve en las nubes, cuando llueve. Tal era la apariencia visible de la gloria del Señor. (Ez 1:2-5, 24-28)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/081224.cfm
A veces un arco iris es sólo un arco iris... pero en la visión de Ezequiel un arco iris es la gloria del Señor. Durante las próximas dos semanas nuestro Verano de los Profetas llega a su conclusión con el gran profeta Ezequiel. En la tragedia del Exilio, Ezequiel ve la promesa de restauración cuando Dios escriba la alianza en nuestros corazones.
- :
Yo soy el pan de la vida. Sus padres comieron el maná en el desierto y sin embargo, murieron. Éste es el pan que ha bajado del cielo para que, quien lo coma, no muera. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo les voy a dar es mi carne para que el mundo tenga vida. (Jn 6:41-51)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/081124.cfm
El pan que baja del cielo, pan partido y compartido, nuestro Señor Jesucristo.