Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

- :
Esto dice el Señor: “Voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva; ya no recordaré lo pasado, lo olvidaré de corazón. Se llenarán ustedes de gozo y de perpetua alegría por lo que voy a crear. (Is 65:17-21)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/033125.cfm
Un cielo nuevo, una tierra nueva. Dado que el mundo es un completo desastre gracias a nosotros, la esperanza de un cielo nuevo y una tierra nueva carece de sentido sin un nuevo nosotros. Y eso es exactamente lo que Dios promete. Seremos el gozo y la alegría de Dios. No más lágrimas, no más lamentos, no más personas sin techo y no más hambre. Entonces, ¿cuál es el truco? Tenemos que dejar atrás nuestras antiguas costumbres de guerra, avaricia e injusticia, y elegir ser las personas que Dios nos creó para ser.

- :
En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo. Por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: “Éste recibe a los pecadores y come con ellos”. (Lc 15:1-3, 11-32)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/033025-YearC.cfm
La parábola del hijo pródigo se entiende mejor en el contexto donde la sitúa el evangelista: comer y beber con pecadores. La acusación contra Jesús, de acoger a los pecadores y comer con ellos, es uno de los primeros recuerdos que tenemos de la Eucaristía. Quién es bienvenido a la mesa se ha convertido en una cuestión candente en algunos círculos eclesiásticos, pero Jesús respondió a esa pregunta hace mucho tiempo.

- :
El publicano, en cambio, se quedó lejos y no se atrevía a levantar los ojos al cielo. Lo único que hacía era golpearse el pecho, diciendo: ‘Dios mío, apiádate de mí, que soy un pecador’. Pues bien, yo les aseguro que éste bajó a su casa justificado y aquél no. (Lc 18:9-14)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/032925.cfm
La parábola del fariseo y el publicano habla de la hipocresía de nosotros los creyentes. Tal vez, por eso los antiguos padres y madres de la iglesia siempre recomendaban la «Oración de Jesús»: «Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí».

- :
En aquel tiempo, uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: “¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?” Jesús le respondió: “El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento mayor que éstos”. (Mc 12:28-34)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/032825.cfm
Amar al prójimo es inseparable del amar a Dios. En cierto sentido, son el mismo mandamiento y “el primero de todos los mandamientos”.

- :
Tú les dirás todas estas palabras y no te escucharán; los llamarás y no te responderán. Entonces les dirás: “Ésta es la nación que no ha escuchado la voz del Señor, su Dios, ni ha recibido la lección. La verdad ha desaparecido, ha sido arrancada de su boca”. (Jeremías 7:23-28)
https://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2025-03-27
Vivir con mentiras es una parte del control puro. Las teorías conspirativas, la desconfianza en la ciencia, la eliminación del apoyo a la educación y la investigación independiente, todo ello conduce a mentes cerradas, a una ignorancia absoluta y a una gente fácilmente manipulable. Cuando nos negamos a escuchar, cuando no podemos admitir nuestros errores, estamos gravemente engañados e incapaces de cambiar. Sin embargo, el Señor aún nos invita: Arrepiéntanse y crean en el Evangelio. La foto de hoy es de la nueva serie de Netflix, Adolescencia.