Cuando Dios se le apareció, Abram se postró con el rostro en el suelo y Dios le dijo: “Aquí estoy. Ésta es la alianza que hago contigo: Serás padre de una multitud de pueblos. Ya no te llamarás Abram, sino Abraham, porque te he constituido como padre de muchas naciones. (Gén 17:3-9)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/041025.cfm
Tanto las lecturas como el salmo responsorial hablan de Abraham, nuestro padre en la fe. En el Evangelio, Jesús declara solemnemente: “En verdad, en verdad les digo: Yo les aseguro que desde antes que naciera Abraham, Yo Soy”. Al acercarse la hora de la glorificación de Jesús, nos regocijamos junto con Abraham al ver el día de Cristo.
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Jueves V, Cuaresma
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