Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
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¿No saben acaso ustedes que son el templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Porque el templo de Dios es santo y ustedes son ese templo. (1 Cor 3:9c-11, 16-17)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/110925.cfm
La dedicación de iglesias es un acontecimiento muy especial, y hoy celebramos la de la Catedral de Roma. Como nos recuerda San Pablo, el edificio físico nos representa a todos. Nosotros somos el templo de Dios. Somos nosotros quienes santificamos el edificio físico. https://youtu.be/7H0bPGc6Q6A?si=37O6nx6bcF3omXNF
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Salúdense los unos a los otros con el saludo de paz. Todas las comunidades cristianas los saludan. Yo, Tercio, el escribano de esta carta, también les mando un saludo en el Señor. (Rom 16:3-9, 16, 22-27)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/110825.cfm
Agradecemos a San Pablo por las cartas que nos dejó, pero también agradecemos a Tercio y a todos los escribas que escribieron las palabras de San Pablo. La Virgen María trajo al mundo a la Palabra hecha carne y nos recuerda guardar la Palabra en nuestro corazón. https://youtu.be/CZNWAWaIl-o?si=YnpWt1HUQAmYrSzg
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Les he escrito con cierto atrevimiento algunos pasajes para recordarles ciertas cosas que ya sabían. Lo he hecho autorizado por el don que he recibido de Dios de ser ministro sagrado de Cristo Jesús entre los paganos. Mi actividad sacerdotal consiste en predicar el Evangelio de Dios, a fin de que los paganos lleguen a ser una ofrenda agradable al Señor, santificada por el Espíritu Santo. (Rom 15:14-21)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/110725.cfm
Las palabras de San Pablo resuenan en mi corazón. Estoy profundamente agradecido por la gracia de ser ministro de Cristo Jesús, desempeñando el servicio sacerdotal del Evangelio. Al escribir mis memorias, reflexionando sobre mis 47 años de ministerio sacerdotal, el mensaje siempre ha sido el mismo: “¡Su bandera sobre mí es amor!”. https://youtu.be/z7ih6wivCac?si=WG5XxitZYfZ2gYSA
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Ninguno de nosotros vive para sí mismo, ni muere para sí mismo. Si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Por lo tanto, ya sea que estemos vivos o que hayamos muerto, somos del Señor. (Rom 14:7-12)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/110625.cfm
Hay un hermoso y antiguo espiritual que canta la providencia divina: “Él nos tiene a ti y a mí, hermana, en sus manos; Él tiene al mundo entero en sus manos”. En tiempos de incertidumbre, es fácil ceder al miedo y desconfiar unos de otros. Pero san Pablo nos recuerda que no vivimos con miedo, sino con esperanza; pase lo que pase, somos del Señor. La foto de hoy es de nuestra peregrinación al Niño Jesús de Praga, quien sostiene en su mano el orbe que representa al mundo.
https://youtu.be/eJaPrHBDkVM?si=I31YY44pF-W4OS62
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No tengan con nadie otra deuda que la del amor mutuo, porque el que ama al prójimo, ha cumplido ya toda la ley. (Rom 13:8-10)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/110525.cfm
Al llegar a las secciones finales de la Carta a los Romanos, Pablo adopta un enfoque muy práctico al hablar sobre la prioridad del amor en nuestras vidas y en la vida de la comunidad cristiana. Si no amamos, hemos fracasado como seres humanos, hemos fracasado como comunidad cristiana. https://youtu.be/Bf11WBdCoYQ?si=0HoqwDBNv72parr0
