Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

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SALMO RESPONSORIAL (Salmo 21)
R/. ¡Te alabaré, Señor, en la gran asamblea!
Cumpliré mis votos delante de los fieles: los pobres comerán hasta saciarse y los que buscan al Señor lo alabarán. ¡Que sus corazones vivan para siempre!
R/. ¡Te alabaré, Señor, en la gran asamblea!
https://www.eucaristiadiaria.cl/dia_cal.php?fecha=2024-11-05
En un día en que muchos corazones están llenos de ansiedad por las elecciones en los Estados Unidos, las Escrituras nos recuerdan que Dios tiene un plan más allá de cualquier cosa que podamos imaginar: Dios resucitará al Crucificado y le dará el Nombre sobre todo otro nombre; los hambrientos serán saciados de todo bien; nuestros corazones estarán alegres; y alabaremos al Señor en la gran asamblea. Como nos recuerda el Salmo 30: El llanto puede durar toda la noche, pero la alegría llega con la mañana.

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Si alguna fuerza tiene una advertencia en nombre de Cristo, si de algo sirve una exhortación nacida del amor, si nos une el mismo Espíritu y si ustedes me profesan un afecto entrañable, llénenme de alegría teniendo todos una misma manera de pensar, un mismo amor, unas mismas aspiraciones y una sola alma. (Flp 2:1-4)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/110424.cfm
La Carta de San Pablo a los Filipenses está llena de optimismo y alegría. Pablo invita a la comunidad (y a nosotros) a completar su alegría estando unidos en mente y corazón. San Carlos Borromeo (1538-1584) estuvo presente en el Concilio de Trento (1545-1563) que siguió a la Reforma Protestante. En lugar de lamentarse de los problemas que enfrentaba la iglesia, San Carlos optó por el optimismo y se puso a trabajar para corregirlos. La foto de hoy es de la Catedral de Milán, donde San Carlos fue arzobispo.

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En aquel tiempo, uno de los escribas se acercó a Jesús y le preguntó: “¿Cuál es el primero de todos los mandamientos?” Jesús le respondió: “El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor; amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas. El segundo es éste: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay ningún mandamiento mayor que éstos”. (Mc 12:28-34)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/110324.cfm
Habiendo crecido con las políticas de odio y división en la segregada Alabama de los años 1950 y 1960, fui liberado del racismo de mis compañeros de clase gracias a la fe y el ejemplo de mi madre y mi abuela. Mi familia me enseñó las historias de Jesús y cómo vivir el mandamiento más grande que Jesús nos dio: amar a Dios y amar al prójimo. Mientras nos preparamos para las elecciones de este martes en los Estados Unidos, oramos por la sabiduría de arriba para que podamos elegir sabiamente a quienes nos servirán en puestos de confianza y nos ayudarán a construir una unión más perfecta.

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Por lo tanto, si hemos muerto con Cristo, estamos seguros de que también viviremos con él; pues sabemos que Cristo, una vez resucitado de entre los muertos, ya no morirá nunca. La muerte ya no tiene dominio sobre él. (Rom 6:3-9)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/110224.cfm
Concede descanso, oh Cristo, a tus siervos con tus santos, donde ya no hay llanto ni dolor ni suspiro, sino vida eterna. (Kontakion de los Difuntos, Liturgia Ortodoxa). La foto de hoy es de mi abuela y su hermano en el cementerio Bethel en Leavenworth, Kansas.
Dales, Señor, el descanso eterno. Y brilla para ellos la luz perpetua. Que descansen en paz. Amén. Y que sus almas y las almas de todos los fieles difuntos por la misericordia de Dios descansen en paz. Amén.

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Vi luego una muchedumbre tan grande, que nadie podía contarla. Eran individuos de todas las naciones y razas, de todos los pueblos y lenguas. Todos estaban de pie, delante del trono y del Cordero; iban vestidos con una túnica blanca; llevaban palmas en las manos y exclamaban con voz poderosa: "La salvación viene de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero. Amén. La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, el honor, el poder y la fuerza, se le deben para siempre a nuestro Dios". (Apoc 7:2-4, 9-14)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/110124.cfm
La Fiesta de Todos los Santos es la celebración de la Jerusalén celestial mientras recordamos a todos los santos, no sólo a los oficiales, sino a todos los hombres y mujeres santos que han tocado nuestras vidas. Y alabamos la victoria que Dios ha obtenido en ellos, y damos gracias por caminar con los santos.