Por lo tanto, si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar, te acuerdas allí mismo de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda junto al altar y ve primero a reconciliarte con tu hermano, y vuelve luego a presentar tu ofrenda. (Mt 5:20-26)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/031425.cfm
Recuerdo a un amigo sacerdote que contaba que, al celebrar la misa, tuvo que leer este evangelio. Dijo que pidió a la gente que rezara mientras él iba a la oficina parroquial y llamaba a su hermano, con quien no había hablado durante varios años. Después, regresó a la iglesia y continuó la liturgia. Tal vez eso es precisamente lo que el Señor tenía en mente para todos nosotros. Oremos con alegría por el Papa Francisco.
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Viernes I, Cuaresma
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