Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
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Mi carne es verdadera comida y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él. (Jn 6:51-58)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/081824.cfm
La comida es esencial para la vida física. El alimento es esencial para nuestra vida espiritual. El alimento que Cristo da es el don de sí mismo, la Eucaristía, el Sacramento de su Cuerpo y de su Sangre.
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Arrepiéntanse de todos sus pecados, apártense de ellos y no morirán. Arrepiéntanse de todas las infidelidades que han cometido, estrenen un corazón nuevo y un espíritu nuevo y así no morirán, pues yo no quiero que nadie muera, dice el Señor Dios. Arrepiéntanse y vivirán". (Ez 18: 1-10, 13, 30-32)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/081724.cfm
«¡Arrepiéntanse y vivirán!» La invitación de Dios nos llama a esperar en la misericordia y a vernos capaces de cambiar. Un corazón nuevo y un espíritu nuevo son posibles porque es Dios quien nos abre el camino. Incluso ante la muerte, Dios promete la resurrección. Y como nos recuerda la Santísima Virgen María, con Dios todo es posible.
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Pero yo tendré presente la alianza que hice contigo cuando eras joven y haré contigo una alianza eterna, para que tengas presente tu pasado, te avergüences y no vuelvas a abrir la boca para presumir, cuando yo te perdone todo lo que hiciste' ". Esto dice el Señor todopoderoso. (Ez 16:1-15, 60, 63)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/081624.cfm
En pleno Exilio, después de haberlo perdido todo, el profeta Ezequiel sigue manteniendo la promesa del perdón y la esperanza de una alianza eterna.
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Cristo resucitó, y resucitó como la primicia de todos los muertos. Porque si por un hombre vino la muerte, también por un hombre vendrá la resurrección de los muertos. En efecto, así como en Adán todos mueren, así en Cristo todos volverán a la vida, pero cada uno en su orden: primero Cristo, como primicia; después, a la hora de su advenimiento, los que son de Cristo. (1 Con 15:20-27)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/081524-Day.cfm
Como nos dice el Prefacio de la Ascensión del Señor: “al lugar donde él nos precedió (tenemos) la confianza de que lo seguiremos”. La fiesta de hoy de la Asunción de María nos recuerda que un día, también nosotros igual a María lo seguiremos, porque él es el Camino, la Verdad y la Vida. Y como canta María en su himno de alabanza: “Mi alma glorifica al Señor. . . porque exaltó a los humildes. Santo es su nombre”.
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Salmo Responsorial (Salmo 112)
R. Bendita sea al Señor ahora y para siempre.
Desde que sale el sol hasta su ocaso, alabado sea el nombre del Señor.
Dios está sobre todas las naciones, su gloria, por encima de los cielos.
R. Bendita sea al Señor ahora y para siempre.
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/081424.cfm
Como dice la plegaria eucarística: “Congregas a tu pueblo sin cesar, para que ofrezca en tu honor un sacrificio sin mancha desde donde sale el sol hasta el ocaso." (Plegaria eucarística III). Es esta alabanza al Señor la que llenó el corazón de Maximiliano Kolbe (1894-1941) y le movió a ofrecer su vida en lugar de un compañero de prisión en Auschwitz que tenía familia. Murió en este día mártir de la caridad.