Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Yo, Pablo, apóstol de Jesucristo por disposición de Dios, nuestro salvador, y de Cristo Jesús, nuestra esperanza, te deseo a ti, Timoteo, mi verdadero hijo en la fe, la gracia, la misericordia y la paz, de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, Señor nuestro. (1 Tim 1:1-2, 12-14)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/091225.cfm
Las cartas a Timoteo, así como la carta a Tito, fueron escritas en nombre de San Pablo. Las tres cartas se llaman Epístolas Pastorales porque abordan los problemas de la iglesia y sus ministerios en una época posterior y revelan algunos de los desafíos que enfrentaron las primeras comunidades cristianas. Hoy honramos el nombre de la Virgen María, de quien recibimos a nuestro Salvador.