Jesús dijo a sus discípulos: Amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los aborrecen, bendigan a quienes los maldicen y oren por quienes los difaman. Al que te golpee en una mejilla, preséntale la otra; al que te quite el manto, déjalo llevarse también la túnica. Al que te pida, dale; y al que se lleve lo tuyo, no se lo reclames. (Lc 6:27-38)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/091125.cfm
Amar a nuestros enemigos—bueno, el Señor conoce nuestros límites. Tal vez el mundo sería un lugar mejor si tan solo tomáramos al Señor en serio. (El amor es lo único que convierte a un enemigo en amigo. Martin Luther King, Jr.) https://youtu.be/23cZoNZJWbU?si=12M6dI3xRTw-c79y
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Jueves XXIII, Tiempo Ordinario
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