Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
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Jesús le respondió: “No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos”. Pero ella replicó: “Es cierto, Señor; pero también los perritos se comen las migajas que caen de la mesa de sus amos”. Entonces Jesús le respondió: “Mujer, ¡qué grande es tu fe!” (Mt 15:21-28)
NOSOTROS no nos atrevemos a venir a ésta tu Mesa, oh Señor misericordioso, confiados en nuestra rectitud, sino en tus muchas y grandes misericordias. No somos dignos ni aún de recoger las migajas debajo de tu Mesa. Mas Tú eres el mismo Señor, siempre misericordioso por naturaleza: concédenos, por tanto, Señor, por tu clemencia, que de tal modo comamos la Carne de tu amado Hijo Jesucristo, y bebamos su Sangre, que nuestros cuerpos pecadores sean limpios por su Cuerpo, y nuestras almas lavadas por su preciosísima Sangre; y que siempre vivamos en El, y El en nosotros. Amén.
San Juan María Vianney es el santo patrón de los curas.
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Salmo Responsorial (Salmo 50)
R. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Crea en mí, Señor, un corazón puro,
un espíritu nuevo para cumplir tus mandamientos.
No me arrojes, Señor, lejos de ti,
ni retires de mí tu santo espíritu.
R. Misericordia, Señor, hemos pecado.
Dios es verdaderamente misericordioso y compasivo, lento a la cólera y lleno de bondad. ¡Ojalá nosotros también lo fuéramos!
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Salmo Responsorial (Salmo 80)
R. Aclamemos a Dios, nuestra fortaleza.
Israel comería de lo mejor del trigo
y yo lo saciaría con miel silvestre.
R. Aclamemos a Dios, nuestra fortaleza.
Dios nos da la mejor comida y bebida, el Pan de Vida y la Copa de la Salvación, Jesucristo nuestro Señor. Hoy es el cinco aniversario del fallecimiento de mi madrecita colombiana, Doña Ofelia Arroyave.
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Jesús les contestó: “Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre y el que cree en mí nunca tendrá sed”. (Jn 6:24-35)
Jesús, el Pan de vida que satisface los más profundos apetitos de la familia humana. El que nos prepara una mesa para que nunca tengamos hambre, nunca tengamos sed.
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Declararán santo el año cincuenta y proclamarán la liberación para todos los habitantes del país. Será para ustedes un año de jubileo; cada uno de ustedes recobrará sus propiedades y volverá a su familia. (Lv 25:1, 8-17)
Los años de jubileo se han convertido en parte de la devoción cristiana. Los años santos regulares se celebran cada 25 años. El último fue el Gran Jubileo del Año 2000. Pero de vez en cuando la iglesia ha proclamado Años Santos especiales. Actualmente nos encontramos en el Año de San Ignacio que se extenderá del 20 de mayo de 2021 al 31 de julio de 2022, celebrando el 500 aniversario de la conversión de San Ignacio y el 400 aniversario de su canonización. Como nos aconsejaría San Ignacio: “Ad Maioren Dei Gloriam” (A la mayor gloria de Dios).
