Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
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Esto dice el Señor: “Voy a crear un cielo nuevo y una tierra nueva; ya no recordaré lo pasado, lo olvidaré de corazón. (Is 65:17-21)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/032822.cfm
Un cielo nuevo, una tierra nueva y un nuevo nosotros: ¡qué visión! Tal vez haya esperanza para este viejo mundo después de todo. Definitivamente hay esperanzas para Ucrania.
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En aquel tiempo, se acercaban a Jesús los publicanos y los pecadores para escucharlo. Por lo cual los fariseos y los escribas murmuraban entre sí: “Éste recibe a los pecadores y come con ellos”. (Lc 15:1-3, 11-32)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/032722-AnoC.cfm
En el contexto de Comer y Beber con los Pecadores, el evangelio de San Lucas coloca tres parábolas: la Oveja Perdida, la Moneda Perdida, el Hijo Perdido. Hoy tenemos la Parábola del Hijo Perdido (o del Hijo Pródigo). Es significativo que las tres parábolas terminen con una celebración gozosa porque lo que se había perdido se ha encontrado. Que nuestras celebraciones eucarísticas reflejen esa misma alegría. Como nos dice la Antífona de la entrada: Alégrese, Jerusalén, y que se congreguen cuantos la aman. Compartan su alegría los que estaban tristes, vengan a saciarse con su felicidad. Los sufrimientos de Ucrania y de su gente permanecen en nuestras oraciones. La imagen de hoy es El Regreso del Hijo Pródigo de Rembrandt. La canción de hoy es La Alegría en el Perdón que canta la alegría cuando el hijo perdido regresa a casa.
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El publicano, en cambio, se quedó lejos y no se atrevía a levantar los ojos al cielo. Lo único que hacía era golpearse el pecho, diciendo: ‘Dios mío, apiádate de mí, que soy un pecador’.
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/032622.cfm
La Oración de Jesús es antigua. Se basa en este pasaje del evangelio de Lucas: “Señor Jesucristo, Hijo de Dios, ten piedad de mí, un pecador”. Seguimos rezando por Ucrania y por el fin de todas las guerras. El video de hoy es un cqnto tradicional afrocolombiano a la Virgen María, Sagrada Santa María.
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Por eso, al entrar al mundo, Cristo dijo conforme al salmo: “Aquí estoy, Dios mío; vengo para cumplir tu voluntad”. (Heb 10:4-10)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/032522.cfm
La consagración de "nuestras personas, la Iglesia y la humanidad entera, de manera especial Rusia y Ucrania", a Dios a través de las oraciones del Inmaculado Corazón de la Virgen María nos recuerda que seguimos las huellas de Jesucristo, que vino a traer la paz al mundo entero con su Cruz. Como dice el Papa Francisco en su oración, el Sí de María a Dios “abrió las puertas de la historia al Príncipe de la Paz”. A través de las oraciones del Inmaculado Corazón de la Madre de Dios, consagramos al Señor “el futuro de toda la familia humana, las necesidades y y las aspiraciones de los pueblos, las angustias y las esperanzas del mundo”. Que Dios nos guíe ahora por sendas de paz. Amén.
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Salmo Responsorial (Salmo 94)
R. Ojalá escuchen la voz del Señor: “No endurezcan su corazón”. Vengan, aclamemos al Señor, demos vítores a la roca que nos salva; entremos a su presencia dándole gracias, aclamándolo con cantos. R. Ojalá escuchen la voz del Señor: “No endurezcan su corazón”.
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/03242022.cfm
El salmo invitatorio, generalmente el Salmo 94 (95), es el salmo que inicia el primer oficio de oración del día en la Liturgia de las Horas. Nos “invita” a cantar con alegría, a escuchar la voz de Dios, a entrar a su presencia, y a no endurecer el corazón. El refrán: “Ojalá escuchen la voz del Señor: “No endurezcan su corazón” se escucha mucho durante la Cuaresma. Hoy continuamos nuestra oración por el pueblo ucraniano.