Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

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Bendito sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en él con toda clase de bienes espirituales y celestiales. El nos eligió en Cristo, antes de crear el mundo, para que fuéramos santos e irreprochables a sus ojos, por el amor, y determinó, porque así lo quiso, que, por medio de Jesucristo, fuéramos sus hijos, para que alabemos y glorifiquemos la gracia con que nos ha favorecido por medio de su Hijo amado. (Efe 1:1-10)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/101724.cfm
El himno de la Carta a los Efesios habla de la dignidad de nuestra adopción en Cristo. No somos accidentes, porque hemos sido elegidos. Dios nos ha bendecido con “toda bendición espiritual en los cielos”. Como continúa diciendo la Carta: "Porque somos obra de arte de Dios, creados en Cristo Jesús" (Efe 2:10). Por supuesto, lo sabemos por algunas de las primeras preguntas del catecismo de los niños: ¿Quién me hizo? ? Dios me hizo. ¿Por qué Dios me hizo? Para conocer, amar y servir a Dios en esta vida, y para ser feliz con Dios para siempre en la próxima. ¡San Ignacio de Antioquía (mártir en 108) dio su vida por esta verdad!

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Si tenemos la vida del Espíritu, actuemos conforme a ese mismo Espíritu. (Gál 5:18-25)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/101624.cfm
Vivir en el Espíritu y estar atentos al Espíritu nos llama a escuchar y discernir. El Sínodo que se reúne actualmente en Roma con el Papa Francisco busca ayudar a la Iglesia a escuchar y seguir al Espíritu hoy en el siglo XXI. Santa Margarita María Alacoque (1647-1690) escuchó y siguió los impulsos del Espíritu y dirigió a la Iglesia en la devoción al Sagrado Corazón de Jesús. Oh Sagrado Corazón de Jesús, haz nuestro corazón semejante al Tuyo.

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Porque para los cristianos no vale nada estar o no estar circuncidado; lo único que vale es la fe, que actúa a través de la caridad. (Gál 5:1-6)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/101524.cfm
La Carta de San Pablo a los Gálatas es un testimonio de la libertad de los Hijos de Dios. Es esta fe confiada que obra a través del amor la que Santa Teresa de Ávila (1515-1582) vivió primero en su comunidad y luego enseñó a la Iglesia.

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Cristo nos ha liberado para que seamos libres. Conserven, pues, la libertad y no se sometan de nuevo al yugo de la esclavitud. (Gál 4:22-24, 26-27, 31-5:1)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/101424.cfm
La libertad nunca ha sido una virtud teologal, como la Fe, la Esperanza y el Amor. Sin embargo, la Libertad o el deseo de Libertad es esencial para que la Fe, la Esperanza y el Amor se realicen. Si no somos libres, seguimos esclavizados al miedo al castigo. Pero Aquel que es “mayor que Jonás” es Aquel que por Su Cruz y Resurrección verdaderamente nos ha hecho libres, libres para ser hijos de Dios.
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Entonces Pedro le dijo a Jesús: “Señor, ya ves que nosotros lo hemos dejado todo para seguirte”. Jesús le respondió: “Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el otro mundo, la vida eterna”.
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/101324.cfm
Al crecer como hijo único, nunca tuve mucha familia. Al mirar atrás a más de 46 años de ministerio, puedo decir verdaderamente que la promesa del Señor de cien veces más “hermanos, hermanas y madres” se ha cumplido en todas las personas en todas las parroquias donde he tenido el privilegio de trabajar. Agradezco a todos los hermanos, hermanas y madres que han llenado mi vida y me rodean con tanto amor. Estoy especialmente agradecido a mi madrecita colombiana, Doña Ofelia Arroyave, quien extraoficialmente me adoptó en su familia. Aquí en Colombia tengo 10 hermanos y hermanas, 19 sobrinos y sobrinas nietas, ¡y una más en camino! ¡Su bandera sobre mí es amor!