Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
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R. Aleluya, aleluya.
Todo lo considero una pérdida y lo tengo por basura,
para ganar a Cristo y vivir unido a él.
R. Aleluya. (Flp 3:8-9)
A él, que, con su poder que actúa eficazmente en nosotros, puede hacer infinitamente más de lo que le pedimos o entendemos, le sea dada la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús, por todas las edades y por todos los siglos. Amén. (Efe 3:20-21)
Dios siempre está actuando eficazmente en nosotros para cumplir su divina voluntad. Recuerdo bien cuando recibí a mi mamá querida en la iglesia católica en diciembre 1988, y en enero 1989, hicimos una peregrinación a Roma y Asís, nosotros dos. Ella tenía encuentro con Juan Pablo II dos veces: primero en la audiencia en el Vaticano; y una semana después en la Basílica de San Pablo extra muros, en la fiesta de la Conversión de San Pablo.
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Por el Evangelio, también los paganos son coherederos de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma promesa en Jesucristo. (Efe 3:6)
R/. Sacarán agua con alegría de las fuentes de la salvación. (Is 12:3)
Sacar agua con alegría de las fuentes de la salvación—pues Dios nos ha llamado todos, judíos y también Gentiles (los paganos). Todos somos invitados a beber libremente de la salvación en Cristo Jesús. Tal vez, los que quieren una iglesia “más pequeña y más pura” van a ser decepcionados. Pues, la cuestión de los Gentiles (los paganos) fue tan importante en la iglesia primitiva que casi destruyó la iglesia misma. Cuando la Biblia habla de la cuestión de los Gentiles (los paganos) y de la circuncisión y de las reglas de la comida, a veces estamos perdidos. Pero la cuestión de la misa tridentina divide la iglesia de hoy, una división fuerte y fea, entre "los salvados" y "los condenados". De veras, hay gente que quiere regresar a la iglesia del pasado y vivir en el pasado pensando que las prescripciones y rúbricas del pasado van a salvarlos de este moderno mundo tan aterrador. Pero el vivir en el pasado es una ficción, no es real. No existe ninguna máquina del tiempo que puede trasladarnos al pasado perfecto. Somos llamados a ser discípulos misioneros de hoy, en este mundo divido e infectado. Y la cuestión sigue en juego, ¿”qué haremos con los Gentiles”? Tal vez, la caridad nos invita a aceptar a los Gentiles (los paganos) como “coherederos de la misma herencia, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la misma promesa en Jesucristo”. No somos invitados a las aguas de Mara, las aguas amargas (Ex 15:22-27). Somos invitados a sacar “agua con alegría de la fuente de la salvación“ que es Cristo Jesús.
La foto de hoy es del bautisterio de la Catedral de Cuernavaca, Morelos, México.
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Ya no son ustedes extranjeros ni advenedizos; son conciudadanos de los santos y pertenecen a la familia de Dios, porque han sido edificados sobre el cimiento de los apóstoles y de los profetas, siendo Cristo Jesús la piedra angular.
Sobre Cristo, todo el edificio se va levantando bien estructurado, para formar el templo santo del Señor, y unidos a él también ustedes se van incorporando al edificio, por medio del Espíritu Santo, para ser morada de Dios.
(Efe 2:19-22)
¡Qué imagen de nuestra dignidad! Pertenecemos a la familia de Dios.
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Somos hechura de Dios, creados por medio de Cristo Jesús para hacer el bien.
(Efe 2:10)
Obra maestra de Dios . . . ¡guau! Pues, lo somos. A veces, la Madre Naturaleza hace errores, pero Dios nunca jamás.
Hoy es la fiesta de los mártires de América del Norte: San René Goupil (1642), San Isaac Jogues (1646), San Jean de Lalande (1646), San Antoine Daniel (1648), San Jean de Brébeuf (1649), San Noël Chabanel (1649), San Charles Garnier (1649), y San Gabriel Lalemant (1649). Eran de Francia y misioneros a los indígenas de América del Norte. Hay una película, llamada Black Robe (Manto Negro) (1991), que cuenta la historia desafiante de los misioneros.
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Pablo, Silvano y Timoteo deseamos la gracia y la paz a la comunidad cristiana de los tesalonicenses, congregada por Dios Padre y por Jesucristo, el Señor.
(1 Tes 1:1)
Las Cartas forman una gran parte de las Escrituras cristianas, especialmente las cartas de San Pablo. Lo maravilloso es que las cartas han sobrevivido casi 2,000 años. Lo sobrevivieron porque la pequeña comunidad de Tesaloniki apreció la carta que ellos habían recibido, y sacaron una copia, y luego enviaron la copia a las otras comunidades cercanas—como una carta de cadena. Y si las otras comunidades recibieron una carta, ellos sacaron copia y la pegaron a la carta de los Tesalonicenses . . . y muy pronto, había una cadena de cartas sembradas por el mundo mediterráneo. Y así llegaron a nosotros.
La foto es Tesaloniki de hoy.