Salmo Responsorial (Salmo 89)
R. Señor, llénanos de tu amor.
Llénanos de tu amor por la mañana
y júbilo será la vida toda.
Que el Señor bondadoso nos ayude
y dé prosperidad a nuestra obras.
R. Señor, llénanos de tu amor.
¡Qué salmo gozoso! Ser lleno del amor del Señor. . . para gritar de gozo y alegría todos nuestros días. Y la petición final: ¡Prospere la obra de nuestras manos! El trabajo de nuestras manos es construir un mundo de justicia donde todos puedan encontrar un lugar en la mesa de la familia humana.