Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
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Elogiemos a los hombres ilustres, a los antepasados de nuestra raza. (Eclesiástico 44:1, 9-13)
https://www.eucaristiadiaria.cl/dia.php
El elogio de los hombres ilustres, nuestros ancestros, es un relato maravilloso de la importancia de la memoria: conocer nuestra propia historia y recordar las historias de quienes nos han precedido. Saber el nombre de tu sexta bisabuela puede ser un dato interesante para impresionar a tus amigos, pero sin su historia, entonces ella es como esos “otros” de los cuales “que cayeron en el olvido y desaparecieron como si no hubieran existido”. Foto de hoy es un compuesto de tres de mis tatarabuelos.
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Entonces Isabel quedó llena del Espíritu Santo, y levantando la voz, exclamó: “¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo para que la madre de mi Señor venga a verme? Apenas llegó tu saludo a mis oídos, el niño saltó de gozo en mi seno. Dichosa tú, que has creído, porque se cumplirá cuanto te fue anunciado de parte del Señor”. (Lc 1:39-56)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/053123.cfm
Hoy con Isabel también nosotros podemos decir: “¿Quién soy yo para que la Madre de mi Señor venga a verme?” La respuesta de María a Isabel es alabar a Dios con las palabras de su Magnificat mientras nos invita a cantar: “Santo es su nombre”.
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Jesús le respondió: "Yo les aseguro: Nadie que haya dejado casa, o hermanos o hermanas, o padre o madre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, dejará de recibir, en esta vida, el ciento por uno en casas, hermanos y hermanas, madres e hijos y tierras, junto con persecuciones, y en el otro mundo, la vida eterna. Y muchos que ahora son los primeros serán los últimos, y muchos que ahora son los últimos, serán los primeros". (Mc 10:28-31)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/053023.cfm
Cien veces más . . . casas y tierras, bueno, no tanto, pero hermanos y hermanas y madres e hijos en abundancia. Los tiempos difíciles (persecuciones) van con el territorio si estás con las personas que el Señor ama, pero después de 45 años de ministerio sacerdotal, realmente ha valido la pena. ¡Santa Juana de Arco (1412-1431) estaría de acuerdo! La foto de hoy es de mi mamá, Norma, de pie junto a la estatua de la ejecución de Santa Juana de Arco cerca de la Iglesia de Sant'Alessio en el monte Aventino, Roma, 15 de enero de 1989.
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Los apóstoles regresaron a Jerusalén desde el monte de los Olivos, que dista de la ciudad lo que se permite caminar en sábado. Cuando llegaron a la ciudad, subieron al piso alto de la casa donde se alojaban, Pedro y Juan, Santiago y Andrés, Felipe y Tomás, Bartolomé y Mateo, Santiago (el hijo de Alfeo), Simón el Cananeo y Judas, el hijo de Santiago. Todos ellos perseveraban unánimes en la oración, junto con María, la madre de Jesús, con los parientes de Jesús y algunas mujeres. (Hch 1:12-14)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/052923.cfm
Los discípulos reunidos en oración con María, la Madre de Jesús, es la imagen perfecta de la iglesia. Aunque esta fiesta es de origen reciente (2018), su razón de ser es tan antigua como las mismas Escrituras. En los Estados Unidos hoy es el Día de los Caídos. Como me enseñó mi abuela, este día se conocía originalmente como el Día de la Decoración, un día para visitar el cementerio para recordar a los caídos, decorar sus tumbas y rezar por la paz y el fin de guerra.
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Porque así como el cuerpo es uno y tiene muchos miembros y todos ellos, a pesar de ser muchos, forman un solo cuerpo, así también es Cristo. Porque todos nosotros, seamos judíos o no judíos, esclavos o libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu para formar un solo cuerpo, y a todos se nos ha dado a beber del mismo Espíritu. (1 Cor 12:3b-7, 12-13)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/052823-Dia.cfm
Si todos bebemos del mismo Espíritu, entonces ¿por qué tenemos tantas divisiones en el Cuerpo de Cristo? Si Pentecostés es la inversión de la Torre de Babel, entonces tal vez realmente necesitemos escuchar al Espíritu hablando al Corazón de la Iglesia y permitir que el Espíritu renueve el don espiritual del servicio en nosotros para que podamos cumplir la obra a la cual estamos llamados: a proclamar el mismo Espíritu, el mismo Señor, el mismo Dios.