Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

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Cuando aquella mujer, una siria de Fenicia y pagana, le rogaba a Jesús que le sacara el demonio a su hija, él le respondió: "Deja que coman primero los hijos. No está bien quitarles el pan a los hijos para echárselo a los perritos". La mujer le replicó: "Sí, Señor; pero también es cierto que los perritos, debajo de la mesa, comen las migajas que tiran los niños". Entonces Jesús le contestó: "Anda, vete; por eso que has dicho, el demonio ha salido ya de tu hija". (Mc 7:24-30)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/020824.cfm
Algunas personas se escandalizan por la declaración del Señor sobre no echar la comida de los niños a los perros. A mí me choca más la respuesta de la mujer pagana: "Señor, hasta los perros que están debajo de la mesa comen las migajas que tiran los niños". Creo que el Señor fue impresionado con la respuesta de la mujer pagana . . . y gracias a la fe de la madre, la niña se curó. La hermosa Oración de humilde acceso contiene la frase: "No somos dignos ni aun de recoger las migajas debajo de tu Mesa".

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En aquellos días, la reina de Sabá oyó hablar de la fama de Salomón y quiso cerciorarse personalmente de su sabiduría, haciéndole algunas preguntas sutiles. Llegó, pues, a Jerusalén con una gran caravana de camellos cargados de perfumes, oro en gran cantidad y piedras preciosas. Entró en el palacio de Salomón y le hizo al rey las preguntas que había preparado. Salomón respondió a todas, de modo que no dejó de contestar ni la más difícil. (1 Reyes 10:1-10)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/020724.cfm
La visita de la reina de Saba es un momento importante en la historia de la salvación. Su visita es mencionada por Jesús, y aparece también en la historia de Felipe y el eunuco etíope. Y la visita de la reina de Saba tuvo una culminación inesperada más de 2.000 años después, con el regreso de los judíos etíopes a Israel entre 1979 y 1990. Incluso Händel celebró su visita.

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Salmo Responsorial (Salmo 83)
R. Qué agradable, Señor, es tu morada.
Dichosos los que viven en tu casa, te alabarán para siempre;
dichosos los que encuentran en ti su fuerza, pues caminarán cada vez con más vigor.
R. Qué agradable, Señor, es tu morada.
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/020624.cfm
San Pablo Miki (1562-1597) y los primeros mártires de Japón es un capítulo fascinante de la historia de las misiones. Nunca debemos olvidar el impacto duradero de la fe y el coraje de los mártires. Recuerdo haber visto su historia en las paredes de la catedral de Cuernavaca, México. https://es.wikipedia.org/wiki/Catedral_de_Cuernavaca. San Felipe de Jesús, el primero santo de México, era uno de los compañeros máritires.

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En cuanto los sacerdotes salieron de aquel sitio sagrado, una nube llenó el templo, y esto les impidió continuar oficiando, porque la gloria del Señor había llenado su templo. Entonces Salomón exclamó: "El Señor dijo que habitaría en una espesa nube. Por eso, Señor, la casa que te he construido con magnificencia, será tu morada". (1 Reyes 8:1-7, 9-13)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/020524.cfm
Hubo un tiempo en que las nubes de incienso provocaban asombro y maravilla. Hoy en día, las personas alérgicas se dirigirían a las puertas. Por supuesto, tenemos el botafumeiro del Santuario de Santiago de Compostela, en España. Santa Águeda fue una de las famosas vírgenes mártires de la Iglesia primitiva.

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Así me han tocado en suerte meses de infortunio y se me han asignado noches de dolor. Al acostarme, pienso: '¿Cuándo será de día?' La noche se alarga y me canso de dar vueltas hasta que amanece. Mis días corren más aprisa que una lanzadera y se consumen sin esperanza. Recuerda, Señor, que mi vida es un soplo. Mis ojos no volverán a ver la dicha. (Job 7:1-4, 6-7)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/020424.cfm
El pobre Job tiene un caso grave de depresión (el blues). Por supuesto, todos hemos pasado por eso. Aunque nuestras vidas son como el viento y pueden derribarnos de vez en cuando, tenemos que agarrarnos, a veces con las dos manos si es necesario, y esperar en el Señor.