Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
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Cada uno de nosotros ha recibido la gracia en la medida en que Cristo se la ha dado. Él fue quien concedió a unos ser apóstoles; a otros, ser profetas; a otros, ser evangelizadores; a otros, ser pastores y maestros. Y esto, para capacitar a los fieles, a fin de que, desempeñando debidamente su tarea, construyan el cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a estar unidos en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios . . . viviendo sinceramente en el amor, creceremos en todos sentidos, unidos a aquel que es la cabeza: Cristo. De él, todo el cuerpo recibe su organización, su cohesión y su vida, según la actividad propia de cada una de las partes, y así el cuerpo va creciendo y construyéndose por medio del amor.(Efe 4:7, 11-16)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/102222.cfm
Diferentes carismas, diferentes ministerios, pero todos con un mismo propósito: “edificar el Cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe”. Esta es la oración de la Virgen María por la iglesia cuando nos recuerda: “Hagan lo que Él les diga”.
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Hermanas y hermanos: Yo, Pablo, prisionero por la causa del Señor, los exhorto a que lleven una vida digna del llamamiento que han recibido. Sean siempre humildes y amables; sean comprensivos y sopórtense mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el espíritu con el vínculo de la paz. Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu, como también una sola es la esperanza del llamamiento que ustedes han recibido. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa a través de todos y vive en todos. (Efe 4:1-6)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/102122.cfm
Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo . . . ¡Qué declaración tan concisa de fe apostólica! Pero hay quienes quieren un cristianismo más “macho”. Lamentablemente, estamos llamados a vivir el contrario: “Sean siempre humildes y amables; sean comprensivos y sopórtense mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el espíritu con el vínculo de la paz”.
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A él, que, con su poder que actúa eficazmente en nosotros, puede hacer infinitamente más de lo que le pedimos o entendemos, le sea dada la gloria en la Iglesia y en Cristo Jesús, por todas las edades y por todos los siglos. Amén. (Efe 3:14-21)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/102022.cfm
Que hermosa oración pastoral . . . para que, “arraigados y cimentados en el amor, podrán comprender con todo el pueblo de Dios, la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, y del amor de Cristo y experimentar ese amor que sobrepasa todo conocimiento humano, para que así queden ustedes colmados con la plenitud misma de Dios.” Pidiendo que “Cristo habite por la fe en sus corazones”. Esta es mi oración constante por todos ustedes.
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A mí, el más insignificante de todos los fieles, se me ha dado la gracia de anunciar a los paganos la incalculable riqueza que hay en Cristo, y dar a conocer a todos cómo va cumpliéndose este designio de salvación, oculto desde el principio de los siglos en Dios, creador de todo. (Efe 3:2-12)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/101922.cfm
La gracia de predicar a los gentiles . . . esa fue la misión de los primeros misioneros jesuitas en América del Norte. Los santos John de Brébeuf, Isaac Jogues y sus compañeros mártires soportaron dificultades increíbles para llevar el evangelio al llamado “nuevo mundo”. Y nosotros somos el fruto de sus labores.
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El único que me acompaña es Lucas. (2 Tim 4:9-17)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/101822.cfm
Las Cartas a Timoteo están escritas en nombre de Pablo. E incluyen este interesante detalle “El único que me acompaña es Lucas”. Es una de las pocas menciones de un “Lucas” en las Escrituras. Como sabemos, los escritores de los evangelios son anónimos. Los nombres asociados con los evangelios fueron añadidos más tarde por la iglesia. Así que lo que celebramos hoy no es tanto una persona, sino un evangelio. Y lo que es tan inusual sobre el escritor del evangelio "Lucas" es que el evangelio que lleva su nombre está en dos volúmenes, Lucas y los Hechos de los Apóstoles, más comúnmente conocido como Lucas-Hechos. Y el escritor del evangelio pretendía que ambos volúmenes fueran considerados “evangelio”. Y como decía la traducción anterior del Prefacio de los Apóstoles, ¡estamos llamados a ser el “evangelio viviente para que todas las personas lo escuchen!”