Bienvenidos

Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

‘Conozco tus obras: no eres ni frío ni caliente. Ojalá fueras frío o caliente. Pero porque eres tibio y no eres ni frío ni caliente, estoy a punto de vomitarte de mi boca. Dices que eres rico, que has acumulado riquezas y que ya no tienes necesidad de nada, pero no sabes que eres un desdichado, miserable, pobre, ciego y desnudo.
Mira que estoy aquí, tocando la puerta.
(Apoc 3:1-6,14-22)

A todos nos gusta la imagen del Señor tocando la puerta . . . y normalmente ignoramos los otros versículos: “estoy a punto de vomitarte de mi boca” y “eres un desdichado, miserable, pobre, ciego y desnudo”. Por supuesto, no nos vemos a nosotros como el Señor nos ve. Vivimos con muchas ilusiones y delirios de grandeza, y algunos están enamorados de ellos. Hoy es la fiesta de Santa Isabel de Hungría que no tenía miedo de verse a si misma en el espejo y pasar su vida ayudando a los pobres.