Feliz el que lee, y felices los que escuchan las palabras de esta profecía y tienen en cuenta lo que está escrito en ella, porque el tiempo está cerca.
(Apoc 1:3)
Este versículo es la clave para entender el misterioso libro del Apocalipsis. “Feliz el que lee, y felices los que escuchan” describe un ambiente litúrgico y el escritor dice que fue el “Día del Señor” (Apoc 1:10). Y tal vez todo el libro está ambientado en la liturgia. La liturgia puede ayudarnos a entender el mensaje del Apocalipsis, un mensaje para los primeros cristianos sufriendo persecución, y también el mensaje para cristianos engordados dos mil años después, quienes han “dejado enfriar el amor que tenían al comienzo” (Apoc 2:4). Estas dos últimas semanas de Tiempo Ordinario van a ser interesantes.