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Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

La multitud de los que habían creído tenía un solo corazón y una sola alma. (Hch 4:32-37)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/041823.cfm
“Danos, Señor, un solo corazón y una sola alma”. Hace casi 50 años, cuando estaba en el seminario, tuvimos un retiro de clase con el escritor espiritual, el padre Ed Hays. Había pasado una semana en oración en la Abadía de Getsemaní preparándose para nuestro retiro. Usaba esta frase como la oración central de nuestro tiempo juntos. Levantó una copia del Nuevo Testamento y nos dijo: “Este es nuestro manual de instrucciones”.