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Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Salmo Responsorial (Salmo 147)
R. Bendigamos al Señor, nuestro Dios.Glorifica al Señor, Jerusalén;
 a Dios ríndele honores, Israel. 
El refuerza el cerrojo de tus puertas 
y bendice a tus hijos en tu casa. 
R. Bendigamos al Señor, nuestro Dios. El mantiene la paz en tus fronteras, 
con su trigo mejor sacia tu hambre. 
El envía a la tierra su mensaje
y su palabra corre velozmente. R. Glorifica al Señor, Jerusalén.

Fronteras pacíficas. El mejor trigo en abundancia. Puertas reforzadas. La palabra de Dios dada gratuitamente. Niños bendecidos, preciosos a los ojos de Dios. Y así nuestro corazón se mueve a alabar: ¡glorifiquemos al Señor conmigo, juntos bendigamos el nombre de Dios!