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Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Salmo Responsorial (Salmo 89)
R. Señor, llénanos de tu amor.
Llénanos de tu amor por la mañana 
y júbilo será la vida toda.
Que el Señor bondadoso nos ayude
y dé prosperidad a nuestra obras. 
R. Señor, llénanos de tu amor.

¡Qué salmo gozoso! Ser lleno del amor del Señor. . . para gritar de gozo y alegría todos nuestros días. Y la petición final: ¡Prospere la obra de nuestras manos! El trabajo de nuestras manos es construir un mundo de justicia donde todos puedan encontrar un lugar en la mesa de la familia humana.