Los dos ángeles le preguntaron
a María Magdalena:
“¿Por qué estás llorando, mujer?”
Ella les contestó:
“Porque se han llevado a mi Señor
y no sé dónde lo habrán puesto”.
Dicho esto, miró hacia atrás y vio a Jesús de pie, pero no sabía que era Jesús.
Entonces él le dijo:
“Mujer, ¿por qué estás llorando?
¿A quién buscas?”
Ella, creyendo que era el jardinero,
le respondió:
“Señor, si tú te lo llevaste,
dime dónde lo has puesto”.
Jesús le dijo: “¡María!”
Ella se volvió y exclamó: “¡Rabuní!”,
que en hebreo significa ‘maestro’.
(Jn 20:13-16)
La iglesia primitiva llamaba a María Magdalena, “la Apóstola a los Apóstoles” o “Igual a los Apóstoles”. Ella era la primera persona que vio al Señor Resucitado, la primera persona que recibió la misión apostólica: Ir y Decir. Fue María Magdalena quien fue al sepulcro el primer día de la semana cuando fue muy oscuro. Y gracias a ella, las Buenas Noticias de la Pascua fueron proclamadas: Ir y Decir.