Salmo Responsorial (Salmo 83)
R. Qué agradable, Señor, es tu morada.
Hasta el gorrión encuentra casa
y la golondrina un lugar para su nido,
cerca de tus altares,
Señor de los ejércitos, Dios mío.
R. Qué agradable, Señor, es tu morada.
Me acuerdo de este día hace 19 años. Estaba en retiro en el seminario de San Meinrado. Después de la cita con mi guía espiritual, el me avisó que debía ir a la sala de los profesores para ver la televisión. Fue horrible ver lo que estaba pasando en tiempo real mientras los reporteros y todo el país estaban en shock. En el seminario sabíamos que hacer . . . todos fuimos a la capilla para rezar. Como dice el salmista: ¡Qué agradable, Señor, es tu morada!