Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

“Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso.
No juzguen y no serán juzgados; no condenen y no serán condenados; perdonen y serán perdonados. Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica. Porque con la misma medida conque midan, serán medidos’’.
(Lc 6:36-38)

¡Tantas riquezas en las lecturas de la Misa de hoy! “Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso . . . . “ Pues, ¡eso es el secreto de los santos! Y por eso, recordamos con mucha devoción a los que siguieron el Camino de Jesús. Hay gente egoísta y narcisista que no pueden entender la auto-entrega o el sacrificarse por los demás y se para frente a las tumbas de los santos y de las personas que se sacrificaron por los demás y se hace la pregunta: “No entiendo . . . ¿qué ganaron ellos?" Pues, nosotros como creyentes, sí lo sabemos y sabemos que el sacrificarse por los demás es lo que nuestro Señor lo hizo por todos nosotros en la Cruz. Y el Señor nos dice: Nadie tiene un amor mayor que este: que uno dé su vida por sus amigos (Jn 15:13).

La foto de hoy es del cementerio de los caídos de los EE.UU. en Francia y tiene la siguiente escritura en la cruz: "Vivir en los corazones de los que dejamos atrás no es morir."