Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Pero, ¡ay de ustedes, los ricos,
porque ya tienen ahora su consuelo!
¡Ay de ustedes, los que se hartan ahora,
porque después tendrán hambre!
(Lc 6:24-25)

No mucha gente puede nombrar las Bienaventuranzas, tal vez se puede nombrar uno o dos . . . ¿pero los ayes? Por ejemplo: ¡Ay de ustedes, los ricos . . . Pues, no pasamos mucho tiempo en las desgracias. Y eso es un error. Cuando la iglesia habla de la opción preferencial de los pobres, o el Papa Francisco está hablando de una iglesia pobre para los pobres, estamos entrando en el misterio del Reino de Dios, y en el secreto de los santos. San Pedro Claver llegó a Colombia para ser misionero del evangelio, y encontró horroroso tráfico en esclavos africanos, y dedicó su vida para ser “esclavo a los esclavos para siempre”.

La foto de hoy es del monumento de San Pedro Claver (con un esclavo) en Cartagena de Indias, Colombia.