Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Este saludo es de mi puño y letra. Así firmo yo, Pablo, en todas mis cartas; ésta es mi letra. Que la gracia de nuestro Señor Jesucristo esté con todos ustedes. (2 Tes 3:17-18)

San Pablo no quería más problemas con cartas falsas . . . y por eso, cuando el escriba terminó de escribir todas las palabras dictadas por el apóstol, San Pablo firmó la carta, puño y letra. Me pregunto . . . ¿cuánto valdría el autógrafo de San Pablo hoy?