Entonces le dijo Pedro: “Señor, si eres tú, mándame ir a ti caminando sobre el agua”. Jesús le contestó: “Ven”. Pedro bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua hacia Jesús; pero al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, comenzó a hundirse y gritó: “¡Sálvame, Señor!” Inmediatamente Jesús le tendió la mano, lo sostuvo y le dijo: “Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?” En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en la barca se postraron ante Jesús diciendo: “Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios”. (Mt 14:28-33)
“Hombre de poca fe . . . “ pues muy pronto vamos a ver el contraste con la escena de “Rocky” . . . no Rocky Balboa del cine, sino Pedro la Piedra de Fe en Mateo 16:13-20. Siempre estoy agradecido por San Pedro. Normalmente San Pedro se mete la pata . . . o se hunde como una roca en el evangelio de hoy. Pero San Pedro grita, “¡Señor, sálvame!” y el Señor le tiende la mano y lo coloca en el barco. Una buena lección para todos nosotros.