Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Entonces le dijo Pedro: “Señor, si eres tú, mándame ir a ti caminando sobre el agua”. Jesús le contestó: “Ven”. Pedro bajó de la barca y comenzó a caminar sobre el agua hacia Jesús; pero al sentir la fuerza del viento, le entró miedo, comenzó a hundirse y gritó: “¡Sálvame, Señor!” Inmediatamente Jesús le tendió la mano, lo sostuvo y le dijo: “Hombre de poca fe, ¿por qué dudaste?” En cuanto subieron a la barca, el viento se calmó. Los que estaban en la barca se postraron ante Jesús diciendo: “Verdaderamente tú eres el Hijo de Dios”. (Mt 14:28-33)

“Hombre de poca fe . . . “ pues muy pronto vamos a ver el contraste con la escena de “Rocky” . . . no Rocky Balboa del cine, sino Pedro la Piedra de Fe en Mateo 16:13-20. Siempre estoy agradecido por San Pedro. Normalmente San Pedro se mete la pata . . . o se hunde como una roca en el evangelio de hoy. Pero San Pedro grita, “¡Señor, sálvame!” y el Señor le tiende la mano y lo coloca en el barco. Una buena lección para todos nosotros.