Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

“Escribe la visión que te he manifestado, ponla clara en tablillas para que se pueda leer de corrido. Es todavía una visión de algo lejano, pero que viene corriendo y no fallará; si se tarda, espéralo, pues llegará sin falta. El malvado sucumbirá sin remedio; el justo, en cambio, vivirá por su fe”. (Hab 2:2-4)

Los “profetas menores” no son menores en importancia. Se llaman “profetas menores” porque sus libros son más pequeños de los de los “profetas mayores”. El profeta Habacuc tiene mensaje muy importante para gente que no tiene paciencia: ¡ESPÉRALO! Porque la “visión viene corriendo . . . pues llegará sin falta”. Y el Señor nos recuerda que no necesitamos mucha fe . . . solo fe del "tamaño de una semilla de mostaza”. Hoy es la fiesta de Santo Domingo, el fundador de la Orden de Predicadores . . . un buen recordatorio de la importancia de la Palabra de Dios en la vida de la iglesia.