Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Jesús dijo a sus discípulos: “El que quiera venir conmigo, que renuncie a sí mismo, que tome su cruz y me siga. Pues el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mí, la encontrará. (Mt 16:24-25)

El costo de ser discípulo sube a veces . . . y nos preguntamos si ser discípulo vale la pena. Por supuesto que sí . . . porque queremos estar con Jesús. Hoy es la fiesta del Papa San Sixto y sus compañeros. ¿Quién es San Sixto? Pues, en tres días celebraremos la fiesta de San Lorenzo . . . y San Lorenzo cumple la historia. Tradicionalmente, la Iglesia de Roma tenía siete diáconos. Los diáconos tenían puestos poderosos en la iglesia porque tenían cargo del cuidado de los enfermos y los pobres. San Lorenzo era el archidiácono o jefe de los diáconos. En aquella época había persecución y las reuniones de cristianos fueron prohibidas. Pero el Papa Sixto quería celebrar la Eucaristía con toda la comunidad en uno de los cementerios. Los cementerios estaban afuera de los muros y lejos de la policía. Por eso el papa con los siete diáconos se reunían con la comunidad, pero la policía llegó. Arrestaron al papa y cinco de los diáconos. El Papa Sixto y cuatro diáconos fueron ejecutados: January, Vicente, Magno y Esteban. Dos diáconos escaparon al cementerio frente pero estaban atrapados y ejecutados ahí: Felicísimo y Agapito. El archidiácono, Lorenzo, fue arrestado, no decapitado como los otros diáconos. Lorenzo, siendo el jefe de los diáconos, tenía cargo de todos los bienes de la iglesia. Y su historia sigue el día 10 de agosto.