Después de que Jananías había roto el yugo del cuello del profeta Jeremías, el Señor le habló a éste y le dijo: “Ve y dile a Jananías: ‘Esto dice el Señor: Has roto un yugo de madera, pero yo lo sustituiré por uno de hierro. (Jer 28:12-13)
Dos profetas peleando en la Casa del Señor . . . el pueblo debía estar un poquito confundido. Y más, el profeta Jeremías llevando un yugo de madera en su cuello . . . todos estaban dando carcajadas, especialmente cuando el profeta Jananías quitó el yugo del cuello de Jeremías y lo rompió. Pero un yugo de madera es reemplazado con un yugo de hierro . . . y nadie está carcajeando jamás.