Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, y mirando al cielo, pronunció una bendición, partió los panes y se los dio a los discípulos para que los distribuyeran a la gente. Todos comieron hasta saciarse. (Mt 14:19-20)

¡Qué banquete tenemos en las lecturas de la Misa de hoy: la invitación de Isaías al agua, la declaración de San Pablo que nada puede apartarnos del amor de Cristo, y la alimentación de los 5,000 de San Mateo! La Alimentación de los 5,000 es una de muchas historias de las comidas con Jesús. El Ministerio de la Mesa es el centro del ministerio de Jesús. Este ministerio se refleja en todas las historias de comidas con Jesús y culmina en San Mateo con la Última Cena. En el Libro del Apocalipsis el Ministerio de la Mesa se culmina en el Banquete de Bodas del Cordero (Apoc 19:9). La conexión con la Eucaristía es intencional. El evangelista usa los mismos verbos en la Alimentación de los 5,000 y la Última Cena: tomar, bendecir, partir y dar:

Mientras comían, Jesús tomó pan, y habiéndolo bendecido, lo partió, y dándoselo a los discípulos, dijo: “Tomen, coman; esto es Mi cuerpo”. (Mt 26:26)