R. Tu eres, Señor, la fuente de la vida. Porque tú eres, Señor, la fuente de la vida y tu luz nos hace ver la luz. R. Tu eres, Señor, la fuente de la vida. (Salmo 35)
Cuando yo era niño, viajamos a Saint Augustine, Florida. Visitamos la antigua fortaleza de los españoles y la Fuente de la Juventud. Supuestamente el explorador español, Ponce de León, descubrió la Fuente de la Juventud allí. Me recuerdo que tomamos el agua, pero creo que no funcionó. De veras, lo que estaba buscando no era la Fuente de Juventud, sino la Fuente de la Vida.