Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Les daré pastores según mi corazón, que los apacienten con sabiduría y prudencia. (Jer 3:15)

¡Pastores según el corazón de Dios! Qué dicha esa promesa: tener pastores con sabiduría y prudencia. Seguimos rezando que Dios cumpla su promesa. Recuerdo bien el cónclave que eligió al Papa Francisco. Los cardenales estaban entrando a la Capilla Sixtina para la elección y el narrador del Vaticano estaba comentando con palabras presuntuosas sobre el cónclave. Pero el narrador faltó de contar toda la historia. El porqué de la reunión con llave es que los cardenales no eran muy buenos chicos. En la Edad Media las elecciones del papa duraron mucho. Una vez, los cardenales estaban aprovechando de la buena mesa con vinos exquisitos y también de las meseras y de los meseros. Estaban así comiendo, bebiendo y aprovechando casi tres años. Por eso, la gente se enfureció y encerraron a los cardenales y les quitaron la comida, y el vino, y a las meseras y a los meseros, y por fin los cardenales terminaron su deber y eligieron un papa. Por eso, hoy en día en la elección del papa hay cónclave Y tal vez, es por eso que seguimos rezando que Dios cumpla su promesa—pastores según el corazón de Dios.