SALMO RESPONSORIAL (Lucas 1)
R/. ¡Dichosa tú, Virgen María, porque llevaste en tu seno al Hijo del eterno Padre! • Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava. R/. ¡Dichosa tú, Virgen María, porque llevaste en tu seno al Hijo del eterno Padre! • Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre. Y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen. R/. ¡Dichosa tú, Virgen María, porque llevaste en tu seno al Hijo del eterno Padre! • Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón altanero. Destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada. R/. ¡Dichosa tú, Virgen María, porque llevaste en tu seno al Hijo del eterno Padre! • Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo, como lo había prometido a nuestros padres, a Abrahán y su descendencia, para siempre. R/. ¡Dichosa tú, Virgen María, porque llevaste en tu seno al Hijo del eterno Padre!
Hoy es la fiesta de Nuestra Señora del Carmen . . . pero también se celebran otras fiestas marianas de otras comunidades religiosas en este mismo día. Por ejemplo, los Benedictinos de la Arquiabadía de San Meinrado celebran la fiesta de Nuestra Señora de Einsedeln (la casa madre de su comunidad). El Salmo Responsorial es el Magnificat de la Virgen María. La iglesia nos pone el Magnificat en nuestra boca diariamente en las Vísperas para recordarnos de que María canta las alabanzas de Dios quien “destrona a los potentados, exalta a los humildes, da riquezas a los hambrientos, y despide a los ricos sin nada”. La justicia NO es opcional.
La foto de hoy es la estatua de Nuestra Señora de Einsedeln en la Iglesia de la Arquiabadía de San Meinrado, Indiana.