Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Y comerán así: Con la cintura ceñida, las sandalias en los pies, un bastón en la mano y a toda prisa, porque es la Pascua, es decir, el paso del Señor. Yo pasaré esa noche por la tierra de Egipto. La sangre les servirá de señal en las casas donde habitan ustedes. Cuando yo vea la sangre, pasaré de largo y no habrá entre ustedes plaga ex-terminadora, cuando hiera yo la tierra de Egipto. Ese día será para ustedes un memorial y lo celebrarán como fiesta en honor del Señor. De generación en generación celebrarán esta festividad, como institución perpetua' ". (Ex 11:10-12:14)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/071825.cfm
La Pascua es la celebración ritual de la liberación de la esclavitud. San Pablo ve el cumplimiento de la Pascua en la Eucaristía, donde proclamamos la muerte del Señor hasta que venga. Como dice Pablo: «Porque nuestro cordero pascual, Cristo, ha sido inmolado. Por tanto, celebremos la fiesta con el pan sin levadura de la sinceridad y la verdad» (1 Cor 5,7-8).