Tanto amó Dios al mundo, que le entregó a su Hijo único, para que todo el que crea en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salvara por él. (Jn 3:16-21)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/043025.cfm
Amar al mundo y a cada uno de sus habitantes como lo hace Dios es la obra de salvación a la que Cristo nos llama. Lo logramos con un acto de bondad cada vez. Rezamos para que el Espíritu Santo nos guíe en la elección de un nuevo Papa. https://youtu.be/_14CpHBRd3k?si=tnKZ-vGccDJQe7PH
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Miércoles II, Pascua
- :
