Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Uno de ellos, al ver que estaba curado, regresó, alabando a Dios en voz alta, se postró a los pies de Jesús y le dio las gracias. Ése era un samaritano. Entonces dijo Jesús: “¿No eran diez los que quedaron limpios? ¿Dónde están los otros nueve? ¿No ha habido nadie, fuera de este extranjero, que volviera para dar gloria a Dios?” Después le dijo al samaritano: “Levántate y vete. Tu fe te ha salvado”. (Lc 17:11-19)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/112824-thanksgiving.cfm
Los diez leprosos fueron limpiados, pero sólo uno se salvó: el que regresó para dar gracias. Que importante es dar gracias por todos los dones que hemos recibido. Hoy es el Día de Acción de Gracias en Estados Unidos y también en mi rinconcito de Colombia con miembros de mi familia colombiana. El menú de hoy: pavo y relleno con salsa de arándanos, la receta de repollo morado de mi abuela, batatas, ensalada verde con almendras y un postre colombiano: ¡buñuelos y natilla! Le doy gracias al Señor por el don de la familia y de los amigos, ¡el don de todos ustedes!