Había en la comunidad cristiana de Antioquía algunos profetas y maestros, como Bernabé, Simón (apodado el “Negro”), Lucio el de Cirene, Manahén (que se crió junto con el tetrarca Herodes) y Saulo. Un día estaban ellos ayunando y dando culto al Señor, y el Espíritu Santo les dijo: “Resérvenme a Saulo y a Bernabé para la misión que les tengo destinada”. Todos volvieron a ayunar y a orar; después les impusieron las manos y los despidieron. (Hechos 13:1-3)
El grupo llamado “apóstoles” es más grande que los Doce. Solo el evangelio según San Lucas nos da el término, los “doce apóstoles”. En Antioquía había profetas y maestros y de este grupo dos apóstoles fueron enviados, Bernabé y Saulo (Pablo). “Apóstol” significa “enviado”.