Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

De igual manera, Cristo no se confirió a sí mismo la dignidad de sumo sacerdote; se la otorgó quien le había dicho: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy. O como dice otro pasaje de la Escritura: Tú eres sacerdote eterno, como Melquisedec. (Heb 5:1-6)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/102724.cfm
La Carta a los Hebreos utiliza el lenguaje sacerdotal para comprender el papel de Jesús que ha entrado en el santuario celestial. No utiliza lenguaje sacerdotal para referirse a los ministros de la iglesia. El Libro del Apocalipsis utiliza un lenguaje sacerdotal de todo el pueblo de Dios: Tú los hiciste reino y sacerdotes al servicio de nuestro Dios (Apocalipsis 5:10). Las palabras empleadas en las Escrituras para los ministros de la iglesia son seculares: obispo (supervisor), presbítero (anciano), diácono (mesero). Sólo mucho más tarde y en un sentido secundario, la iglesia utilizó el lenguaje sacerdotal para referirse a los ministros de la iglesia. La foto de hoy es de mi ordenación como presbítero con el obispo Michael Begley y el diácono Steve Pendziszewski, el 6 de mayo de 1978.