Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.

Ciertamente ustedes han oído hablar de mi conducta anterior en el judaísmo, cuando yo perseguía encarnizadamente a la Iglesia de Dios, tratando de destruirla. Lo único que habían oído decir de mí era: “El que antes nos perseguía, ahora va predicando la fe que en otro tiempo quería destruir”, y glorificaban a Dios por mi causa. (Gál 1:13-24)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/100824.cfm
Como observó una vez Oscar Wilde: “Cada santo tiene un pasado y cada pecador tiene un futuro”. San Pablo les cuenta su pasado a los gálatas para recordarles que todavía hay esperanza para nosotros, que todos tenemos un futuro, que no hay nada en nuestro pasado que Dios no pueda usar para difundir el Reino.