Cristo se anonadó a sí mismo tomando la condición de siervo, y se hizo semejante a los hombres. Así, hecho uno de ellos, se humilló a sí mismo y por obediencia aceptó incluso la muerte, y una muerte de cruz. Por eso Dios lo exaltó sobre todas las cosas y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que al nombre de Jesús todos doblen la rodilla en el cielo, en la tierra y en los abismos, y todos reconozcan públicamente que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. (Fil 2:6-11)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/091424.cfm
La fiesta de hoy sale del aniversario de la dedicación de la Iglesia del Santo Sepulcro en Jerusalén que conserva los lugares del Gólgota y la Tumba Vacía. Te adoramos, oh Cristo, y te bendecimos, porque por tu Santa Cruz redimiste al mundo.