Los que se dejan guiar por el Espíritu de Dios, ésos son hijos de Dios . . . si somos hijos, somos también herederos de Dios y coherederos con Cristo, puesto que sufrimos con él para ser glorificados junto con él. (Rom 8:12-17)
https://bible.usccb.org/es/bible/lecturas/103023.cfm
Ser “guiados por el Espíritu de Dios”. . . nos ayuda a comprender la imagen que el Concilio Vaticano II propuso para la iglesia: la iglesia como Pueblo Peregrino de Dios. Un pueblo peregrino es un pueblo en marcha . . . como dijo el mismo Jesús: “Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida”. Y es el Señor quien nos invita: "Vengan, síganme".
Estas reflexiones salen de más que 40 años de ministerio como sacerdote católico. Pasé la mayoría de estos años en la Diócesis de Charlotte que está situada en Carolina del Norte occidental de los Estados Unidos. Ahora, estoy jubilado, y vivo en Medellín, Colombia, y sigo sirviendo como sacerdote en la Arquidiócesis de Medellín.
Lunes, Semana XXX, Tiempo Ordinario
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